“Si hay manos reservadas para dirigirse al infinito y al universo, esas son las manos del masturbador” Yukio Mishima en La corrupción de un ángel
Hace unos días me hablaba un amigo acerca de mi blog. Me hablaba de lo que no había leído, porque nunca había llegado al final de un post. Y es que no me resulta nada nuevo que sea tan poco interesante lo que escribo, después de todo parece demasiado pretencioso para ser un simple blog. Tal vez sería mejor hacerlo más corto... No, creo que lo único que cabe decir es que resulta aburrido.
Esta semana tenía la intención de continuar lo escrito la anterior acerca de la religión, pero dada la libertad que me da el disponer de mi espacio como si fuera un cuaderno de apuntes, prefiero dejarlo para más adelante y hablar simplemente sobre lo aburrido que resulta. Y aunque mi intención era tocar el tema de lo aburrido en la escritura, resulta inevitable que esto no sea nada más que una apología de lo que escribo, sin importar que nadie lo lea. Algunos leen para perderse, otros para encontrarse.
Tan desesperado parezco (o lo estoy) para hacer una disquisición sobre la primera opinión que recibo (y para colmo de alguien que no lo ha leído completo). Por eso es bueno que no haga esto por dinero ni con la intención de agradar. Sólo me queda, en cualquier caso, soñar con otros aburridos igual que yo.
Es que me parece que estamos ahora los humanos (tal vez igual que siempre) tan poco dispuestos a aburrirnos. Unos por miedo a toparse con ellos mismos, y otros por lo difícil y triste que resulta tener que reinventar la vida constantemente. La costumbre nos hace rodar cuesta abajo con una sonrisa que olvida el aburrimiento del mundo. El trabajo parece ser la mejor solución para olvidar que se vive aburrido, mientras el arte busca trocar en interesante lo que de otra manera y para el resto de la gente es puro sopor. ¿Que hay más aburrido que sentarse a ver el mundo pasar por una ventana cuando no pasa nada? En la pereza del mundo está la belleza. ¿Qué otra cosa es el arte que una representación de la somnolencia de la vida? Es tal vez por eso que quien intenta hacer arte tiene que hastiarse de la vida, aburrirse de ella y en sí, ver el gran bostezo universal en toda su magnitud. Cada día más, perdemos nuestra capacidad de enamorarnos de lo estático, de lo recurrente. La modernidad ha asesinado el romanticismo. La televisión y nuestro ajetreado ritmo de vida ahogan la sublimidad de la contemplación; tomamos antidepresivos para rescatarnos del spleen... y olvidamos así las dudas que la civilización despierta. ¿Trabajo para vivir? ¿Vivir para trabajar? A mí me parece que la vida no tiene ningún sentido en sí.... y aquí me detengo sobre un comentario que Marito (el amigo que dio pie a este artículo) me hizo: “Escribís demasiado existencialista” Tiene razón. No puedo evitarlo. Me aburro. Y tal vez sea solo yo, pero así siento su cadencia. Sé que la vida no tiene sentido en sí, sino el que uno mismo le da; porque se construye a sí misma sobre fantasmas de todo tipo, no nos queda más que escoger las mentiras en las que hemos de creer a lo largo de nuestra vida. Y si alguien dijera que es malo creer en mentiras, yo contestaría: naturaleza humana. Hasta el amor no es sino el sueño de entretenerse juntos.
Nuestros tiempos parecen esconder bajo el entretenimiento del cine, sus letras, las drogas (legales o no), el Internet y la tecnología, seres humanos demasiado contemporáneos, ajenos al dolor del pasado, o a la imposibilidad de evitarlo. Somos seres demasiado entretenidos. Estamos muy cómodos.
A mí me sucede que me aburre tanto entretenimiento. A otros les sucede lo contrario. Me gusta entretenerme conmigo mismo y jugar a ser el masturbador que sueña con el universo del placer ingénito de mi propio ser. La masturbación existencial también entretiene.
En un tiempo de mi vida en que ávidamente busco sonreír más, sueño con despertar junto a mis amigos aburridos... la sonrisa se esconde bajo el bostezo.
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2 comments:
Saludos Estuardo. Escribir temas largos en los blogs no es usual. Yo soy de las personas que sintentiza mucho y no puedo escribir posts largos (de más de 300 palabras), aunque algunas veces el tema me lo ha pedido y me he sobrepasado de la medida. Teniendo pocos post escritos, no vas a recibir muchas visitas, siempre es un trabajo continuado el que llama la atención.
Además es más difícil leer sobre fondo oscuro, y si le agregás lo largo, estás poniéndosela difícil al lector. No sé si te sirve de algo, pero eso he aprendido de escribir en Internet. No sé que blog salga en el profile de blogger, pero mi blog principal es http://www.anecdotario.net
Saludos y adelante
Me encanto su manera de aburrirse y de paso no me aburrió.
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