Wednesday, August 18, 2004

Imágenes

Cuando niños, existimos en un vívido mundo interno, lleno de sensaciones muy distintas al que componen nuestra vida adulta. Deja en nosotros una huella de reminiscencias sensibles impregnadas con un olor a descubrimiento, un despertar de la percepción del mundo exterior. Es la salida del letargo de la conciencia de ser conscientes de la existencia (porque sólo el ser humano es conciente de su conciencia) que deja en nuestra memoria recuerdos del aprendizaje que realiza.
Al hacernos mayores llegamos a identificar a ese mundo infantil con la imaginación como una característica representativa de esa edad. Nos referimos a ella como el proceso mental que genera imágenes capaces de expresar percepciones, provenientes o no del mundo material, aunque en realidad sea un reflejo superficial de un fenómeno mucho más profundo que revela en el fondo la complejidad de la existencia humana. La imaginación en todo caso, no es simplemente un proceso mental. Es un término que sirve de epígrafe para una existencia interna inextricable que da pábulo a la actividad creativa. Es imágenes con texturas inefables capaces de materializarse en sonidos, palabras o colores.
Así, sólo algunos hombres son capaces de recrear a través de las artes ese mundo que permanece latente en todos, aunque más patente para unos que para otros. Para los artistas, es por tanto, vital permanecer en cercanía con ese mundo interno.
Para poder crear, el hombre utiliza imágenes abigarradas de emociones, deseos y sensaciones almacenadas en su inconsciente. Freud fue el primero en atribuirle a esas imágenes un significado más allá de la aleatoriedad generada por el cerebro, al identificar plenamente el subconsciente a través de los sueños en “La interpretación de los sueños” (1901). Con ello ponía de manifiesto la profundidad de la mente humana y abría una ventana hacia el mundo de las percepciones. Le siguieron a lo largo del siglo distintos movimientos científicos y artísticos, de los cuales destaco el surrealista, que han dado creciente importancia al subconsciente como causa de toda acción, y por ende contenedor de la actividad creativa. Valga hacerse notar que aunque contiene la materia prima para la creación, en cuanto es el esquema psicológico humano, no la genera. La eclosión del proceso creativo se da en la percepción, transformada más tarde para poder hacerse expresa. El mundo es aprehendido por el hombre y recompuesto de tal manera que la mayoría de veces, al exteriorizarse, es ya uno muy distinto, irreconocible o con atributos totalmente ajenos a él. Pero es precisamente aquí donde radica la importancia de la individualidad, o de la percepción concebida como un proceso individual, singular para cada ser humano, porque es el individuo quien le confiere a la creación su unicidad. Goethe lo expresaba encomiablemente en Los sufrimientos del joven Werther: “Lo que yo sé, cualquiera lo puede saber, pero mi corazón lo tengo yo solo.”, poniendo de relieve el rasgo indispensable y esencial para la creación artística: el sentimiento.
La línea que divide los sentimientos de la mente es solamente supuesta. No se puede hablar de lo uno o de lo otro sin hacer referencia mutua, aunque (repito) soy de la opinión que el punto cervical de la creación, es el sentimiento, mientras que la imaginación es útil únicamente en función de éste. Algo así como cuando Miller se refería al método para perfeccionar la técnica para tocar el piano de Czerny como ejercicios de velocidad en la oscuridad.
El artista libra una batalla por expresar un mundo interior rayano entre la imaginación y los sentimientos, o mejor, por representar fielmente su alma. No lucha afuera; eso es sólo imaginación. Me valgo de Miller otra vez: “Sólo quienes pueden admitir la luz en sus entrañas pueden expresar lo que hay en el corazón.”
Por eso, como uno de los reflejos más puros del sentimiento, los poemas ocupan para mí un lugar central en la creación artística, y más aún como parte indisoluble de la escritura necesaria (narrativa o cualquier otra). Son instantáneas del alma que a veces retratan fantasmas. Me permito incluir uno, escrito en prosa, de mi propia inspiración.

EJERCICIOS ESPIRITUALES por Estuardo Castro C.
Contemplar mi propio ser en la paz de un presente sin atisbar un porvenir. Escupir a pocos el esputo que enjutaba ayer mi espíritu; hoy se distiende y se vuelve pleno.
Son palabras de las buenas, de las que quieren extenderse, estirarse por las hojas y llenar el mundo en folios y decir desde adentro lo que han guardado los recuerdos en canciones inconexas, en todos los santos que pretende. No, hoy no hay congruencia. Hoy todo es verde y vuelve al fuego.
Saliendo de boca de la inocencia escribo de nuevo los ejercicios. Boto el polvo de las pestañas, del fondo elíptico de la mente, de mi cuerpo entero, de lo que entiende el lóbulo izquierdo donde Dios muere y escribe en verso.
Será ambrosía para dioses, será pasto de rumiantes.
Rumiando ideas, rumiando el cielo, rumiando palabras que trasiegan el campo entero de un cementerio, el campo escaso de mis dedos, escupo fatuas las ideas; palabras cortas, y largas ideas. Escribo al cielo como queriendo que poco a poco se lleve el cuerpo, y en el momento en que me pierda, que me lleve y me recuerde.
Soy solo esto, no quiero serlo. Soy poca cosa, es todo incierto.
La palabra siempre te miente, es el fondo lo que se presiente. Y en el fondo estoy en silencio, esperando cogerla al vuelo: palabra necia, palabra ligera, que cuelga hilos y mueve el cielo.


LINK
El blog del chino (Max R.D). <chino_rd@hotmail.com>
http://chinodelmundo.blogspot.com/

No comments: