El reloj adusto desangrándome los días. Lo veo escurrirse sin llegar nunca a donde quiero. La angustia, toda paralizada en sus agujas. Las manos sudorosas. Las mil posibilidades de hacer del reloj una carretera hacia mí (hacia lo que debo ser, hacia lo que seré, hacia lo que puedo ser; es igual).
La angustia, atorada en la garganta, a penas gotea palabras que golpean una a una, lenta tecla tras lenta tecla.
La angustia: la infinita posibilidad del futuro, convertida en horroroso fantasma de lo que no "es" en el presente.
3 comments:
Malditos relojes que se mueven en cámara lenta cuando la ciudad hace todo lo contrario. Angustia... búsqueda... bloqueo de la mente que nos hace sentir aún más obligados a escribir...
http://hunapu.blogspot.com/2005/10/la-angustia-encontrada-al-responderle.html
Dos brazos enormes que al acercarse van formando un abrazo que te asfixia sólo para volverse a formar.
Y de nuevo una y otra vez
Interesante que los comentarios coincidan con la búsqueda... si la angustia es conciencia-búsqueda y la felicidad es sueño... tenemos que estar cansados de estar despiertos para poder dormir y soñar, y luego, siempre despertar.
Chakal: Bueno verte de nuevo! Te oigo... see you on the route.
Hunapu: Ojalá los relojes hagan otra cosa que hacernos esperar.
Calixto: De acuerdo con el "de nuevo una y otra vez". Despertar, dormir; dormir, despertar, no?
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